El juicio más letal del caso Koldo se está librando en televisión. Antes de que se dirima en los juzgados, la audiencia habrá dictado quién merece redención y quién castigo
Carolina Perles en Telecinco
Hay pocas cosas que generen más morbo y que tengan más tirón televisivo que una mujer despechada.
Si además el guion incorpora la caída en desgracia de un poderoso, triángulos amorosos, un villano falto de escrúpulos y el renacer en directo de una mujer, el éxito está garantizado.
De todo ello, el PSOE va bien servido y nos lo ofrece en formato de tragicomedia costumbrista.
Se echa en falta un maestro de ceremonias que eche mano de esa chispita mordaz exclusiva de Jorge Javier.
Desde que saltó a la televisión, convirtiendo la intimidad en documento histórico con valor político, el caso Koldo nos tiene enganchados.
El nivel subió el lunes pasado con la entrevista grabada de Carolina Perles, la tercera exmujer de José Luis Ábalos y madre de dos de sus cinco hijos.
Era la primera entrega de «El precio de…» y promete continuidad.
Sus dieciseis horas de relato con las vivencias de casi dos décadas junto al exministro dan mucho juego.
La puesta en escena fue impecable.
La entrevistada, exagente de la Policía Local en Valencia, se preparó estéticamente a conciencia para su debut televisivo, si bien algunos retoques y rellenos, venían ya de lejos.
Diana de Gales nos enseñó que la mejor venganza empieza con una imagen poderosa.
La princesa escogió un diseño de la modista griega Christina Stambolian –el «vestido de la venganza»–, tacones negros y una gargantilla de perlas y zafiros para su primera salida tras la entrevista en la BBC, en 1995.
En ella rompió el sacro silencio de la monarquía británica con la frase: «Éramos tres en este matrimonio».
Desde entonces, la fórmula se repite con más o menos glamur o acierto.
De Diana a Carolina, pasando por Belén Esteban, nuestra princesa de boatiné, son muchas las famosas despechadas que deciden no quedarse en el sofá conteniéndose los humos mientras se airean en público los trapos sucios de sus esposos adúlteros.
Andrea de la Torre, exnovia de Ábalos y también traicionada y frustrada por las promesas incumplidas, expuso en «Espejo Público» y otros programas su relación, incluidos episodios relevantes para la investigación, como la actitud cómplice, según su versión, del Gobierno.
A pesar de ello, zanjó: «Le he querido mucho y le sigo queriendo, no quiero hacerle daño».
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